El 1º de enero de 1932 el Padre vicario de la parroquia "Santa Teresa" Pbro. Francisco Buján García habiendo elaborado un reglamento de la que se llamaría luego cofradía de Santa Ana, que todavía existe en la parroquia de La Playosa, por aquel entonces sede en Pozo del Molle, eleva al obispo para que lo apruebe y otorgue indulgencias a las "congregantas". La finalidad fundamental es "fomentar y propagar el culto a Santa Ana y bajo su protección promover a la educación cristiana de las familias". La firma el Sr. Cura Párroco Pbro. Juan Sánchez Manzanera.
Al final del reglamento, enviado por el obispado se encuentra con fecha de 8 de julio de 1932 la aprobación firmada por Mons. Gil J. Ferreira, y Padre Juan A. Taborda, pero con la salvedad de que se introduzcan las modificaciones que se indican en carta aparte por el fiscal Pbro. Juan Carlos Vera Vallejos. El texto final, muy difuminado, pertenece al Sr. obispo Mons. Fermín Lafitte que concede generosamente indulgencias a las "congregantas" toda vez que participen en los actos de culto a Santa Ana, firmada el 8 de septiembre de 1932.
Las modificaciones introducidas por carta particular del Sr. Fiscal con fecha 12 de marzo de 1932 fueron las siguientes:Art. 3: El ingreso se solicitará a la presidenta quién someterá la solicitud a la consideración del Consejo Directivo, a fin de que oído su parecer el Director conceda o no la admisión.
Art. 11: "se debe añadir el siguiente inciso: Y por lo tanto además de la enseñanza del catecismo o religión y educación cristiana de sus hijos, que como madre les corresponde procederán" etc.
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