En los últimos días se renovó la polémica sobre la legalización del aborto que proponen legisladores y otros referentes sociales. El Consejo Superior de la Universidad de Buenos Aires aprobó una declaración para apoyar el cambio de legislación en favor de la interrupción voluntaria de embarazos. Luego fue Carmen Argibay, jueza de la Corte Suprema, quien se pronunció en reclamo de la liberalización del aborto.
Esas declaraciones motivaron diferentes reacciones. La Academia de Ciencias Morales y Políticas dirigió una respuesta "a la sorprendente declaración pública del Consejo Superior de la UBA".
Con la firma del presidente de esa entidad, el constitucionalista Jorge Vanossi, y del secretario, Fernando Barrancos Vedia, el comunicado de la Academia de Ciencias Morales y Políticas analiza leyes argentinas y convenciones internacionales para definir que resultará inconstitucional una ampliación de los casos de abortos no punibles.
"No puede controvertirse hoy, en términos jurídicos, que el derecho a la vida se extiende desde la concepción hasta la muerte natural. Cualquier discriminación que se intente, como la propuesta por el Consejo Superior de la UBA, que deja sin protección penal la vida de los niños antes de nacer, o las normas incorporadas al proyecto sobre abortos no punibles, resultará violatoria de los preceptos de jerarquía constitucional que hemos transcripto y de la igualdad consagrada en el artículo 16 de la ley fundamental.
"Las normas de cualquier nivel que sancionen el Congreso Nacional o las Legislaturas -agrega el escrito-, y que autoricen la muerte provocada de modo directo de una persona inocente, carecen de validez constitucional, por lo que resulta irrelevante que los afectados tengan una semana o tres meses de gestación, un año u 80 años de vida. Todos tienen el mismo derecho a la vida."
La exposición de la Academia de Ciencias Morales y Políticas define que "el proyecto sobre abortos no punibles es inadmisible constitucionalmente". Una polémica renovada
El pasado fin de semana, la jueza Argibay había dicho que el actual es el momento de debatir cambios en la legislación sobre abortos.
"Las encuestas reflejan que existe una gran mayoría de ciudadanos que cree que ya es hora de que se debata", indicó la integrante de la Corte Suprema, que, en un encuentro público en el rectorado de la Universidad Nacional de La Plata también pidió que se retiraran los crucifijos de los despachos judiciales.
La respuesta de la Iglesia llegó unos días después, en boca del arzobispo de San Juan, monseñor Alfonso Delgado: "En vez de despenalizar delitos, ¿por qué no legalizan las coimas, tan frecuentes en los ámbitos de poder?"
Más allá de la opinión de los obispos, entre los referentes de los laicos también se ve con preocupación lo que consideran una nueva ofensiva sobre la Iglesia y, en particular, sobre la defensa de la vida desde el momento mismo de la concepción, uno de los pilares del culto católico.
"Es increíble que quieran legislar contra el primero y más importante de los derechos humanos, el de la vida", comentó Guillermo Cartasso, presidente de la Fundación Latina.
El convencimiento entre referentes de la Iglesia es que se está frente a una maniobra política para ganar consenso social para un tema controvertido como el aborto. Por eso, ya se aprestan a librar una nueva batalla ideológica, como ocurrió con la ley de matrimonio homosexual.
Fuente: Diario La Nación (24.IX.2010)
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