Un feligrés hace pocos día se acercó a mi escritorio, y me dejó una buena cantidad de dinero como agradecimiento a Dios por su salud y bienestar familiar y comercial. La única condición era no se supiera su identidad. Después, que lo destinara a lo que necesitaran las parroquias.
Me asusté un poco, porque no es común esa cantidad. Pensé, en varias cosas, en las parroquias siempre hacen falta muchas.
Decidí que en el año del bicentenario y en esta Navidad, se podía comprar un nuevo pesebre. Ya que, en Pozo del Molle el que está es muy pequeño y deteriorado, y en Playosa no tiene, sino algunas figuras de mala factura.
Es así que, ambas parroquias tendrán su pesebre de 11 figuras de 50 cms. en resina, importados.
Los fuimos a buscar a San Nicolás de los Arroyos en peregrinación al Santuario de Ntra. Sra. del Rosario, y pronto estarán engalanando nuestras parroquias vestidas de Navidad.
Creo que es una delicadeza del corazón para el Señor, y la feligresía, que contemplando el belén puedan descubrir el amor de Dios.
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