viernes, 14 de noviembre de 2014

Misa de San Serapio (Mártir) 14 de noviembre de 2014

                                    MISA de SAN SERAPIO


Antífona de entrada 1 Cor 1, 18

El mensaje de la cruz es necedad para los que están en vías de perdición; para los que están en vías de salvación- para nosotros- es fuerza de Dios.

Oración colecta

Oh Dios, fuerza y esperanza de los oprimidos, que otorgaste a San Serapio la gracia de morir mártir en la cruz para liberar a los cristianos cautivos; concédenos vivir abrazados a la cruz de tu Hijo y servir con activa solicitud a nuestros hermanos necesitados. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.

Primera lectura

“Fijos los ojos en Jesús que soportó la cruz”.

Lectura de la carta a los Hebreos Hbr 11, 1-2. 35-38; 12, 1-4

Salmo responsorial. Del salmo 30

R. El Señor ha hecho por mí maravillas de amor.

Yo confío en ti, Señor,
te digo: “Tú eres mi Dios”.
En tu mano está mi destino:
líbrame de los enemigos que me persiguen. R.

¡Qué bondad tan grande, Señor,
reservas para tus fieles,
 y concedes a los que a ti se acogen
a la vista de todos! R.

En el asilo de tu presencia los escondes
de las conjuras humanas;
los ocultas en tu tabernáculo,
frente a las lenguas pendencieras. R.

Bendito el Señor,
que ha hecho por mí prodigios de misericordia.
Amad al Señor, fieles suyos:
el Señor guarda a sus leales. R.

Aleluya Jn 16, 20

R. Aleluya, aleluya

V. Vosotros estaréis tristes, pero vuestra tristeza se convertirá en alegría.

R. Aleluya.

Evangelio

“No tengáis miedo a los que matan el cuerpo”.

Lectura del Santo Evangelio según San Mateo. Mt 10, 28-33

Oración de los fieles

Animados con el ejemplo de San Serapio, que dejó todo para dedicarse a los demás, abramos nuestro corazón a las necesidades de todo el mundo y roguemos a Dios.

v Por todo el pueblo de Dios, para que comprenda el amor que Cristo crucificado revela y ofrece, y para que lo encarne en el mundo de este tiempo.

v Por todas las naciones de la tierra, para que los hombres aprendan a mirarse como hermanos, a superar fronteras e intereses locales, para que se forme una nueva humanidad, basada en el intercambio de relaciones y servicios.

v Por los Hermanos Cooperadores de la Orden, para que imiten siempre gozosamente el espíritu de fe y de sacrificio de San Serapio y crezcan en la caridad de Cristo.

v Por todos los reunidos en este banquete del Señor, para que la comunión del cuepo y sangre de Cristo nos dé fuerza para testimoniarlo hasta con el martirio, si hace falta, como hizo San Serapio.

Protege, Padre que estás en los cielos, al pueblo redimido por tu Hijo; escucha sus deseos y concédele caminar gozoso hacia los bienes futuros, confortado por tus consolaciones. Por Jesucristo nuestro Señor.

Oración sobre las ofrendas

Acepta, Señor, estos dones para el sacrificio redentor de tu Hijo, y acrecienta en nosotros el deseo de los bienes celestiales, que San Serapio anheló sin cesar durante su vida y testimonió con valor en su gloriosa muerte. Por Jesucristo nuestro Señor.


Antífona de comunión Rom 8, 38-39

Ni la muerte, ni la vida, ni criatura alguna podrá apartarnos del amor de Dios manifestado en Cristo Jesús.

Oración después de la comunión

Alimentados con esta Eucaristía, que es prenda de nuestra salvación eterna, suplicamos, Señor, tu ayuda para que, como tu mártir San Serapio, sepamos reconocer la imagen de Cristo paciente en los pobres y débiles, y caminar siempre hacia la patria que nos has prometido. Por Jesucristo nuestro Señor.

 

BENDICIÓN DEL ACEITE DE “SAN SERAPIO”



S.- Nuestro auxilio, etc.
P.- Que hizo el cielo y la tierra.

S.- El Señor esté...
P.- y con tu espíritu.

OREMOS: Omnipotente y Sempiterno Dios, alivio y remedio del género humano; dígnate santificar este aceite que nosotros bendecimos en Tu Nombre. U
Te pedimos, por el martirio de San Serapio, que los enfermos de úlceras, fracturas, quemaduras o cualquier otra enfermedad del cuerpo, al ser ungidos con este aceite, se vean libres de ellas, sientan el auxilio temporal y alcancen la salvación eterna. Por Cristo Nuestro Señor.

1)   ORACIÓN: ¡O Jesús, Redentor nuestro! Inflama a nuestro corazones en el fuego de tu amor, para que como Serapio que murió que murió como Vos en la cruz, para la redención de cautivos, así nosotros, mediante su intercesión poderosa, suframos resignados los trabajos y penalidades de la vida. Así sea.

S.- Y la bendición de Dios Todopoderoso, Padre, Hijo y Espíritu Santo, descienda sobre ustedes y los acompañe siempre.
P.- amén

Al aplicar o aplicarse el aceite: que la unción con este aceite bendecido en honor de San Serapio, alivie y suprima todos los males que nos aquejan. Amén.


Piadosísima Madre de la Merced, ruega por nosotros.

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