4ª ESTACIÓN: ENCUENTRO CON LA SANTÍSIMA VIRGEN
Te adoramos, Señor, y te bendecimos, porque por tu santa cruz redimiste al mundo.
En cualquier momento de dolor el hombre que sufre recuerda a su madre, es tan grande la experiencia de la maternidad y la filiación que nadie la puede olvidar. Jesús se encuentra en un misterioso camino de dolor y sufrimiento, en ella, se encuentra con su Madre la Virgen María. Señor, que nos encontremos al lado de tu Madre en todos los momentos de dolor o angustia de nuestras vidas. Con ella, como te ha ocurrido a Ti, en su cariño maternal, tenemos la seguridad de sacar fuerzas para el camino a veces difícil y tempestuoso de la nuestras vidas. ¡Ayúdanos Madre!
Señor, pequé, ten piedad y misericordia de mí.
Se reza a continuación un Padrenuestro, Ave María y Gloria.
Te adoramos, Señor, y te bendecimos, porque por tu santa cruz redimiste al mundo.
En cualquier momento de dolor el hombre que sufre recuerda a su madre, es tan grande la experiencia de la maternidad y la filiación que nadie la puede olvidar. Jesús se encuentra en un misterioso camino de dolor y sufrimiento, en ella, se encuentra con su Madre la Virgen María. Señor, que nos encontremos al lado de tu Madre en todos los momentos de dolor o angustia de nuestras vidas. Con ella, como te ha ocurrido a Ti, en su cariño maternal, tenemos la seguridad de sacar fuerzas para el camino a veces difícil y tempestuoso de la nuestras vidas. ¡Ayúdanos Madre!
Señor, pequé, ten piedad y misericordia de mí.
Se reza a continuación un Padrenuestro, Ave María y Gloria.
No hay comentarios:
Publicar un comentario