MIÉRCOLES
25 DE DICIEMBRE DE 2013
LA
NATIVIDAD DEL SEÑOR
MISA
DE LA NOCHE
ENTRADA
Queridos hermanos, hemos
venido peregrinando a lo largo de estas semanas de Adviento, en la espera del
nacimiento del Salvador, y nuestra espera ha llegado a su fin: nuestro Salvador
ha nacido y la fiesta de la Navidad nos llena de alegría, porque
"con la encarnación del Verbo, el Creador ha sellado con los hombres un
pacto de alianza eterna."
Pero es preciso que,
todos y cada uno de nosotros, encontremos el sentido profundo de esta
fiesta en nuestras vidas. Que la palabra de Dios que escucharemos y la
Eucaristía que celebraremos, nos ayuden a acoger la venida del Señor en lo
profundo de nuestro corazón
PREGÓN DE NAVIDAD:
Luego del acto penitencial
y antes del Gloria
Habían transcurrido muchos siglo desde que la luz y la vida fueron suscitados por el poder de Dios, y la tierra se llenó de árboles y plantas, los mares de peces, el aire de pájaros, los bosques de animales.
Después incluso de muchos siglos, Dios creó al hombre a su imagen y semejanza, sopló sobre él el espíritu de la vida, y después de la desobediencia y del pecado prometió la venida de un Salvador.
Dos mil años después de que nuestro padre Abraham salió de su país de Hur de Caldea, para llegar a la tierra prometida como primicia del pueblo elegido.
Quince siglos después de la liberación del pueblo de Israel, cuando Dios lo hizo salir de Egipto, atravesando admirablemente el Mar Rojo y a lo largo del desierto lo condujo a la Tierra Prometida.
Mil años después de la unción real de David, el pastor humilde, elegido por Dios e indicado por el profeta Samuel para ser Rey del pueblo de la Promesa y antepasado del Meslas y Pastor de Israel.
Después de años de larga espera y destierro, cuando Dios mandaba profetos a su pueblo para mantener despierta la esperanza en las promesas de un Mesías que debía liberar a Israel del yugo de sus opresores.
En la ciento noventa y cuatro Olimpiada de Grecia, en el año setecientos cincuenta y dos de la fundación de Roma, el año cuarenta y dos del reinado del emperador Octavio Cesar Augusto, cuando una inmensa paz reinaba sobre todo la tierra:
JESUCRISTO, El DIOS ETERNO, E HIJO DEL ETERNO PADRE, QUISO CONSAGRAR EL MUNDO CON SU MISERICORDIOSA VENIDA.
ANUNCIADO POR GABRIEL EL ARCANGEL, CONCEBIDO POR OBRA DEL ESPIRITU SANTO, NACIÓ EN BELEN DE JUDA, HECHO HOMBRE DE LA VIRGEN MARIA.
ESTA ES LA NAVIDAD DE NUESTRO SEÑOR JCSUCRISTO SEGUN LA CARNE. VENID, ADOREMOS AL SALVADOR. EL ES EL ENMANUEL,EL DIOS CON NOSOTROS.
1ª. LECTURA: (Is 9, 1-6)
El Profeta eleva un
canto de esperanza a su pueblo: con la llegada del Mesías llega la luz que
ha de disipar definitivamente las tinieblas de sus vidas. Y ese canto se hace
actual para cada uno de nosotros.
SALMO
RESP.: (95, 1-3. 11-13 R. Hoy nos ha nacido un
Salvador, el Mesías, el
Señor.
2ª. LECTURA: (Tt 2,
11-14)
El apóstol Pablo nos
manifiesta que la gracia de la venida de Jesús, ha de hacer de nosotros hombres
nuevos en la espera de su segunda venida gloriosa.
EVANGELIO: (Lc 2,
1-14)
Escuchemos ahora con
atención, en el santo Evangelio, el relato del que nace nuestra verdadera vida:
Dios se ha hecho uno de nosotros para que nosotros pudiéramos ser hijos de
Dios. Aclamémoslo con nuestro gozoso Aleluya.
ORACIÓN DE LOS FIELES:
GUÍA: A cada una de las
peticiones responderemos cantando:
"Escucha Señor la oración de tu pueblo"
v Padre nuestro,
que enviaste a tu Hijo al mundo para encarnarse no sólo por nosotros, sino en
nosotros, te pedimos por la Iglesia y el Santo Padre, para que esta Navidad
fortalezca ese anuncio gozoso y todos los hombres escuchemos en él a tu Hijo,
oremos...
v Padre nuestro, te
pedimos por nuestro Obispo Samuel y por nuestros sacerdotes, haz que con sus
guía podamos construir una Iglesia diocesana en la que todos abramos el corazón
para hospedar a Dios, oremos...
v Padre lleno de
amor, que enviaste a Jesús para hacernos verdaderos hijos tuyos, haz que todos,
reconociéndonos como verdaderos hermanos entre nosotros, podamos construir
una patria en la que reine la justicia, la fraternidad y la solidaridad,
oremos...
v Padre rico en
misericordia, que enviaste a tu Hijo a traer la verdadera alegría, haz que esta
Navidad, la visita de la Virgen Madre, acompañe y enriquezca a los que están
solos, a los que sufren, a los que están necesitados de pan y de amor,
oremos...
v Padre nuestro,
que enviaste a tu Hijo para que fuera la luz del mundo, haz que en
nuestra comunidad le ofrezcamos la posada de nuestro corazón, y nuestra
mesa abunde de humildad, ternura, pobreza y amor, oremos...
PRESENTACIÓN DE LAS
OFRENDAS:
Vamos a presentar ahora,
sobre la mesa del altar, el pan y el vino que se convertirán en el Cuerpo y la
Sangre del Señor, y que deben ser un verdadero signo del ofrecimiento de
nuestras propias vidas, para que en ellas, y a partir de este día, nazca
realmente el Salvador.
Al
término del “Lavatorio de Manos” y cuando el celebrante vuelve al centro del
altar y antes de la oración siguiente, se hace poner de pie a la asamblea
COMUNIÓN:
Un Niño nos ha nacido,
un Hijo se nos ha dado: es el Príncipe de la Paz, que ahora se nos ofrece
sacramentado para que también nosotros recibamos la luz que nos conduce hacia
la Gloria de Dios.
DESPEDIDA:
Que hoy Jesús,
en los brazos de María y bajo la mirada serena de José, nos haga renacer en
nuestra fe. Nos haga conmover ante este Misterio y nos
transforme en portadores de verdad, de bondad, de solidaridad y de perdón.
¡Feliz Navidad!
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