El obispo emérito de la Diócesis local afirmó ayer en su homilía que "la cruz no está reñida con la alegría".
Al presidir la Misa de Bendición de Ramos, José Angel Rovai, actual administrador diocesano, admitió que "es difícil explicar el amor, porque sobre todo, al amor se lo vive", y puso como ejemplo a Jesús, "que murió en la cruz por amor al Padre y a nosotros".
"La cruz vivida con amor nos da alegría y esperanza", expresó el religioso en la Catedral Santuario, que lucía colmada de público.
Momentos antes, Rovai había bendecido los ramos de olivo a los fieles que formaron un gran semicírculo en la plaza San Martín, frente al templo católico mayor de la ciudad.
La celebración del Domingo de Ramos comienza con la bendición de las palmas y ramas de olivo, evocando la entrada de Jesús a Jerusalén, dando así comienzo a la conocida como Semana Santa.
Luego, en Procesión, los fieles ingresaron a la Catedral, dando comienzo a la misa dominical de la hora once. En el oficio colaboraron entre otros el abogado Martín Gill y los locutores Ariel Grande y Miguel Borsatto.
Rovai, en su alocución, hizo una breve mención al Papa Francisco, destacando la emoción de la gente al saludar al nuevo jefe de la Iglesia Católica, y rescató frases de Ignacio de Loyola y el cura Brochero. En cambio, no hizo ninguna referencia al Día Nacional de la Memoria por la Verdad y la Justicia que recuerda a las víctimas del golpe de Estado de 1976, y que se conmemoró ayer en todo el país.
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