El reloj del campanario parroquial fue donado por la sociedad Española de Pozo del Molle en el año 1979, fue hecho por la joyería del Sr. Bollatti de Río Tercero (Cba.), y se comenta que nunca funcionó totalmente bien, hasta que pasado el tiempo se perdió primero el toque de las horas, y luego el horario del reloj, quedando por años abandonado.
El año pasado en la novena parroquial quisimos hacerlo andar, aunque más no fuera que estuviera dando la hora, pero la maquinaria aunque funcionaba tenía deterioros irreparables para el día de hoy.
Este año, en marzo, la Cooperativa de Luz y Servicios públicos del pueblo se ofreció a hacer todo lo posible para bien arreglarlo, o cambiarlo por uno nuevo.
Así es que hoy, mientras la comunidad rezaba por las vocaciones en el día de adoración, por primera vez los mollenses se vieron sorprendidos por un nuevo reloj. No sólo la maquinaria (electrónica), sino también esferas, vidrios de policarbonato, y restaurado a nuevo el viejo cuadrante. Mañana si Dios quiere estará sonando el reloj, dado que se están haciendo las conexiones eléctricas adecuadas.
Sea en honor de los Bienaventurados Pedro y Pablo, para gloria de Dios, de su Iglesia, y del Papa.
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