El Pucará de Tilcara es una fortaleza construida por los tilcara, una parcialidad de los omaguaca, en un punto estratégico sobre la Quebrada de Humahuaca, en la Provincia de Jujuy, República Argentina (los aborígenes de la región decidieron fijar sus residencias en la cima de los cerros o mesetas de difícil acceso) . Se encuentra al sur de la ciudad de Tilcara, sobre un morro, a 80 m de altura sobre el Río Grande, que allí corre a 2.450 mts. sobre el nivel del mar. Fue un lugar ideal para defenderse de los ataques; dominaba el cruce de los dos únicos caminos del lugar y por un lado la defienden los acantilados sobre el Río Grande y por el otro las ásperas laderas. En los faldeos más accesibles construyeron altas murallas. Los pucarás no solo tenían fines defensivos sino también sociales y religiosos. Desde esa altura podían controlarse los campos de cultivo circundantes y las viviendas de los campesinos en los terrenos bajos.
Es una de las más importantes y conocidas de las antiguas poblaciones prehispánicas de la región Humahuaca. Tiene una extensión de 8 a 15hectáreas y aproximadamente 900 años de antigüedad. En el pucará se identifican varios barrios de viviendas, corrales, una necrópolis y un lugar para ceremonias sagradas, entre otros espacios.
El jardín botánico autóctono al pie del cerro del Pucará del Tilcara
Fue descubierto por el etnógrafo Juan Bautista Ambrosetti en una de sus investigaciones arqueológicas en la zona del noroeste argentino en 1908, en compañía de su discípulo, luego continuador de su obra Salvador Debenedetti. Durante los veranos de los tres años siguientes exploraron el Pucará y extrajeron unas tres mil piezas. Estos materiales y sus observaciones permitieron formarse una idea de como era la vida de sus habitantes antes de la llegada de los españoles.
Hacia 1911 Debenedetti tuvo la ocurrencia de restaurar las ruinas. Con la aprobación de Ambrosetti (quien era Director del Museo Etnográfico de la Facultad de Filosofía y Letrasde la Universidad de Buenos Aires) se procedió a limpiar el terreno en una extensión de unos 2.000 m2 y levantar las paredes hasta una altura de poco más de un metro.
Pero Debenedetti no estaba conforme con realizar solo esta limpieza y en 1929 (ya director del Museo Etnográfico, al suceder a Ambrosetti que había fallecido) realizó una nueva exploración del lugar junto a su discípulo Eduardo Casanova con el propósito de llevar a cabo su objetivo, pero al morir al año siguiente, este proyecto quedó trunco.
En 1948 Casanova, a cargo de la cátedra de Arqueología Americana en la Facultad de Filosofía y Letras (UBA), retomó el proyecto y completó la reconstrucción, con ayuda de la Universidad de Buenos Aires. El gobierno jujeño donó a la Facultad las tierras del Pucará con el compromiso de que creara un Museo Arqueológico. Esto se cumplió recién en 1966con la inauguración de la primera parte, que se completó dos años luego con el nombre deDr. Eduardo Casanova. También se creó un Jardín Botánico de altura.
Con el análisis actual de fotografías, planos, croquis y1910 en el Pucará, se intenta identificar parte de las transformaciones realizadas al realizar la reconstrucción. El relevamiento planimétrico permitirá controlar el impacto del recorrido turístico, factores climáticos, etc. para así estudiar como preservar mejor el lugar.
El Museo Arqueológico Dr. Eduardo Casanova cuenta en la actualidad con 7 salas de exposición tradicional y otras 3 temporarias, y en él se busca que el visitante interactúe con la muestra y dialogue con los guías e investigadores. En la actualidad es una importante atracción turística, más aún desde que la Quebrada de Humahuaca fue declarada parte del Patrimonio Mundial de la Humanidad.
Pucara en lengua quechua significa fortaleza. Aunque este sitio arqueológico no presente construcciones de tipo defensivas, la denominación tradicional posiblemente se deba a su ubicación estratégica en el centro de la Quebrada de Humahuaca. Esta ubicación le permitió controlar una gran área de producción y asentamiento poblacional.
Una muestra de la acción del pacífico sobre estas rocas, una impresión de alga a casi 3000 mts. sobre el nivel del mar
Altar en la sala de culto
La piedra campana
Una vista desde el jardín botánico del Pucará
En Tilcara los chocos también tienen su casa
Cuenta la gente que terminada la creación, Dios tiró los baldes de pintura en este lugar, de allí que quedó la Paleta del Pintor
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