MISA de SAN SERAPIO
El mensaje de la cruz es necedad para
los que están en vías de perdición; para los que están en vías de salvación-
para nosotros- es fuerza de Dios.
Oración colecta
Oh Dios, fuerza y esperanza de los oprimidos,
que otorgaste a San Serapio la gracia de morir mártir en la cruz para liberar a
los cristianos cautivos; concédenos vivir abrazados a la cruz de tu Hijo y
servir con activa solicitud a nuestros hermanos necesitados. Por nuestro Señor
Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y
es Dios por los siglos de los siglos.
Primera lectura
“Fijos los ojos en Jesús que soportó la
cruz”.
Lectura de la carta a los Hebreos Hbr 11, 1-2. 35-38;
12, 1-4
Salmo responsorial. Del salmo 30
R. El Señor ha hecho por mí maravillas de amor.
Yo confío en ti, Señor,
te digo: “Tú eres mi Dios”.
En tu mano está mi destino:
líbrame de los enemigos que me
persiguen. R.
¡Qué bondad tan grande, Señor,
reservas para tus fieles,
y
concedes a los que a ti se acogen
a la vista de todos! R.
En el asilo de tu presencia los escondes
de las conjuras humanas;
los ocultas en tu tabernáculo,
frente a las lenguas pendencieras. R.
Bendito el Señor,
que ha hecho por mí prodigios de misericordia.
Amad al Señor, fieles suyos:
el Señor guarda a sus leales. R.
Aleluya Jn 16, 20
R. Aleluya, aleluya
V. Vosotros
estaréis tristes, pero vuestra tristeza se convertirá en alegría.
R. Aleluya.
Evangelio
“No tengáis miedo a los que matan el
cuerpo”.
Lectura del Santo Evangelio según San
Mateo. Mt 10,
28-33
Oración de los fieles
Animados con el ejemplo de San Serapio,
que dejó todo para dedicarse a los demás, abramos nuestro corazón a las
necesidades de todo el mundo y roguemos a Dios.
v Por todo el
pueblo de Dios, para que comprenda el amor que Cristo crucificado revela y
ofrece, y para que lo encarne en el mundo de este tiempo.
v Por todas las
naciones de la tierra, para que los hombres aprendan a mirarse como hermanos, a
superar fronteras e intereses locales, para que se forme una nueva humanidad,
basada en el intercambio de relaciones y servicios.
v Por los Hermanos
Cooperadores de la Orden ,
para que imiten siempre gozosamente el espíritu de fe y de sacrificio de San
Serapio y crezcan en la caridad de Cristo.
v Por todos los
reunidos en este banquete del Señor, para que la comunión del cuepo y sangre de
Cristo nos dé fuerza para testimoniarlo hasta con el martirio, si hace falta,
como hizo San Serapio.
Protege, Padre que estás en los cielos,
al pueblo redimido por tu Hijo; escucha sus deseos y concédele caminar gozoso
hacia los bienes futuros, confortado por tus consolaciones. Por Jesucristo
nuestro Señor.
Oración sobre las ofrendas
Acepta, Señor, estos dones para el
sacrificio redentor de tu Hijo, y acrecienta en nosotros el deseo de los bienes
celestiales, que San Serapio anheló sin cesar durante su vida y testimonió con
valor en su gloriosa muerte. Por Jesucristo nuestro Señor.
Antífona de comunión Rom 8, 38-39
Ni la muerte, ni la vida, ni criatura
alguna podrá apartarnos del amor de Dios manifestado en Cristo Jesús.
Oración después de la comunión
Alimentados
con esta Eucaristía, que es prenda de nuestra salvación eterna, suplicamos,
Señor, tu ayuda para que, como tu mártir San Serapio, sepamos reconocer la
imagen de Cristo paciente en los pobres y débiles, y caminar siempre hacia la
patria que nos has prometido. Por Jesucristo nuestro Señor.
BENDICIÓN
DEL ACEITE DE “SAN SERAPIO”
S.- Nuestro auxilio, etc.
P.- Que hizo el cielo y la
tierra.
S.- El Señor esté...
P.- y con tu espíritu.
OREMOS: Omnipotente y Sempiterno
Dios, alivio y remedio del género humano; dígnate santificar este aceite que
nosotros bendecimos en Tu Nombre. U
Te pedimos, por el martirio de
San Serapio, que los enfermos de úlceras, fracturas, quemaduras o cualquier
otra enfermedad del cuerpo, al ser ungidos con este aceite, se vean libres de
ellas, sientan el auxilio temporal y alcancen la salvación eterna. Por Cristo Nuestro
Señor.
1)
ORACIÓN: ¡O Jesús, Redentor nuestro! Inflama a nuestro
corazones en el fuego de tu amor, para que como Serapio que murió que murió
como Vos en la cruz, para la redención de cautivos, así nosotros, mediante su
intercesión poderosa, suframos resignados los trabajos y penalidades de la
vida. Así sea.
S.- Y la bendición de Dios
Todopoderoso, Padre, Hijo y Espíritu Santo, descienda sobre ustedes y los
acompañe siempre.
P.- amén
Al aplicar o aplicarse el
aceite: que la unción con este aceite bendecido en honor de San Serapio, alivie
y suprima todos los males que nos aquejan. Amén.
Piadosísima
Madre de la Merced ,
ruega por nosotros.
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