PRIMERA MARCHA
Jesucristo, Señor de la historia, te necesitamos.
Nos sentimos heridos y agobiados.
Precisamos tu alivio y fortaleza.
Iniciamos este caminar junto a la imagen de nuestra Madre la Virgen, con estas palabras que son la expresión de un deseo sentido de verdadera necesidad del Señor.
El Señor Jesucristo, que dueño de la historia nos ha dado este suelo y esta cultura para desarrollarnos como verdaderos ciudadanos con vocación de ser verdaderos argentinos.
Jesús, su misericordia y su pastoreo fiel es como bien se dice “la verdadera curación a tantas heridas y el descanso a tantos agobios que venimos arrastrando como país.
Inmaculado Corazón de María, orienta nuestros corazones a tu Hijo Jesucristo, danos el estar siempre unidos a Él frente cualquier dificultad que se presente en nuestras vidas personales y comunitaria.
Padre Nuestro
Ave María
Gloria
Canto
SEGUNDA MARCHA
Queremos ser nación,
una nación cuya identidad
sea la pasión por la verdad
y el compromiso por el bien común.
Los argentinos Señor, tenemos vocación de ser una verdadera nación, no sólo política, sino de profunda raigambre cultural. Una nación que nacida a tu cobijo y el de tu Madre, hace esfuerzos para unirse en un trabajo de comunión y de paz.
Queremos tener una sólo identidad, la pasión por la verdad, de tal modo que sea el bien supremo que nos inspire acciones justas, nobles, inteligentes y creadoras, y un profundo sentido social. Que nos sintamos hermanos para que preocupados por el bien común seamos solidarios y generosos entre quienes compartimos algo más que un territorio, sino la totalidad de los valores y principios que nos hacen ser una nación.
Padre Nuestro.
Ave María
Gloria
Canto
TERCERA MARCHA
Danos la valentía de la libertad
de los hijos de Dios
para amar a todos sin excluir a nadie,
Queremos Señor ser un pueblo libre, libre para el amor, la verdad, el bien y la justicia. Libre como tu Madre la Virgen que frente al anuncio del Ángel no duda en renunciar a su proyecto personal para ponerse a disposición de la voluntad del Padre.
Valentía para la libertad, es decir, audacia para vivir un espíritu de abnegación que haga de cada acción nuestra una opción para el amor y la esperanza, de tal modo de no quedar nunca atrapados por nuestros egoísmos que es una cadena de esclavitud.
Padre Nuestro
Ave María
Gloria
Canto
CUARTA MARCHA
privilegiando a los pobres
y perdonando a los que nos ofenden,
aborreciendo el odio y construyendo la paz.
Caminamos detrás de tu Madre Señor, porque necesitamos de un corazón grande para poner en primer lugar a los más pobres, débiles y necesitados. Un corazón que a imagen del tuyo en el calvario sepa del perdón para quienes nos ofenden.
Haz Señor que tengamos aborrecimiento por el odio que esclaviza y engendra dolores irreparables para todos.
Que con espíritu generoso y abierto podamos desde la reconciliación y el amor construir la paz que es tranquilidad en el orden.
Padre Nuestro
Ave María
Gloria
Canto
QUINTA MARCHA
Concédenos la sabiduría del diálogo
y la alegría de la esperanza que no defrauda.
Madre Nuestra, Corazón inmaculado de María alcánzanos de Jesús la
docilidad para aprender a comunicarnos, estableciendo sólidos vínculos
de entendimiento en dónde la razón se imponga siempre a cualquier
poder o fuerza. Que aprendamos la sabiduría de dialogar, saber hablar
y escuchar con paciencia y tolerancia. Del diálogo sabremos con tu
gracia tener aquella alegría del que siempre espera lo mejor, la
esperanza que no defrauda.
Padre Nuestro
Ave María
Gloria
Canto
SEXTA MARCHA
Tú nos convocas. Aquí estamos, Señor,
cercanos a María, que desde Luján nos dice:
¡Argentina! ¡Canta y camina!
Jesucristo, Señor de la historia, te necesitamos.
Amén.
Señor, nos sentimos convocados, llamados, congregados sólo por Ti para construir esta nación. Tu voz nos aúna en una sola empresa que es hacer grande y virtuosa nuestra nación.
Por eso caminamos detrás de tu Madre, la que en su Corazón Inmaculado nos anima diciéndonos: ¡Argentina! Canta y Camina…
Padre Nuestro
Ave María
Gloria
Canto
Oración al Corazón de María
¡Te alabamos Padre eterno!
Porque diste a la Virgen María,
un corazón sabio y dócil.
Dispuesto siempre a agradarte;
un corazón nuevo y humilde,
para grabar en él la ley de la Nueva Alianza.
Un corazón sencillo y limpio,
que la hizo digna de concebir
virginalmente a tu Hijo,
y lo capacitó para complacerte eternamente.
Un corazón firme y dispuesto,
para soportar con fortaleza la espada del dolor y
esperar llena de fe la resurrección de su Hijo.
¡Te alabamos Padre Eterno!
Porque hiciste del Inmaculado
Corazón de María una mansión
para tu Hijo Jesucristo,
y santuario del Espíritu Santo.
¡Te escuchamos Padre Eterno!
Danos un corazón como el de María,
íntegro y misericordioso,
para que fieles a tus enseñanzas
te amemos por sobre todas las cosas,
ayudemos a los hermanos en sus
necesidades y obtengamos la gracia
de contemplarte para siempre en el hogar del cielo,
Por Jesucristo Nuestro Señor.
Amén
¡Inmaculado Corazón de María!
Se salvación del alma mía.
¡Viva el Inmaculado Corazón de María!
¡Viva el Corazón de Jesús!
¡Viva la Iglesia de Cristo!
¡Viva el Santo Padre Benedicto!
¡Viva Pozo del Molle!