El P. Fabián Gili, Cura Párroco de Leones (Cba.) en las vísperas de la festividad del bicentenario nacional, nos ha mandado por correo electrónico un esquema muy bien preparado para la celebración del Te Deum para celebrar mañana 25 de mayo.
En estos días los distintos municipios han pedido este tipo de celebración "para litúrgica" de acción de gracias, siguiendo los pasos de los primeros patriotas que terminada de firmar las actas capitulares de formación del primer gobierno patrio, se dirijieron al templo mayor de la muy Leal ciudad de la Santísima Trinidad del puerto de Buenos Aires, hoy catedral metropolitana, y rezaron en alabanza a Dios el primer Te Deum patrio.
Aquí el texto:
“TE DEUM LAUDAMUS”
ACCIÓN DE GRACIAS POR LA PATRIA
El Celebrante, revestido de estola y capa, junto con los acólitos espera a las autoridades en la puerta del Templo y las acompaña en su ingreso al mismo. El guía antes del ingreso de las autoridades.
GUIA:
Hermanos, nos congregamos en el Templo Parroquial, para tributar nuestra acción de gracias al Padre Celestial por todos los beneficios recibidos, y para implorar su protección sobre nuestra querida Patria, en este Bicentenario de la Revolución de Mayo.
Recordemos que como miembros de la Iglesia que somos, todos participamos activamente de esta Celebración, no solo de manera interior, sino también exteriormente; por medio de la oración, del canto y de las actitudes comunes.
Recibamos a las autoridades de la Instituciones de nuestra ciudad, que junto con el celebrante ingresan al Templo.
Nos ponemos de pie y cantamos.
CORO: entona en salmo 99 “Lleguemos hasta el Señor” u otro canto apropiado.
Preside en ingreso la cruz procesional y acompañada de los cirios. Luego se ubican el Señor Intendente y el Cura Párroco, seguido de las demás autoridades. Se dirigen al lugar dispuesto para ellos. El celebrante saluda al altar del modo acostumbrado y se dirige a la sede.
Canto de Entrada
Lleguemos hasta el Señor cantando himnos de gozo.
Aclamemos al Señor todos los hombres, sirvamos a Dios con alegría, cantando lleguemos hasta Él.
Lleguemos hasta el Señor cantando himnos de gozo.
El Señor es el único Dios. El nos hizo, a El pertenecemos, somos su pueblo, ovejas de su grey.
Lleguemos hasta el Señor cantando himnos de gozo.
Entremos a su Templo dando gracias, avancemos por sus atrios entre himnos, alabando y bendiciendo su Nombre.
Lleguemos hasta el Señor cantando himnos de gozo.
¡Sí, el Señor es bueno, sí, es eterno su amor, El es fiel por los siglos de los siglos!
Lleguemos hasta el Señor cantando himnos de gozo.
GUIA:
El azul celeste del cielo uro y diáfano, y el blanco intenso de las nubes mansas quedo impreso en nuestra insignia patria. Cada veza que contemplamos este paño azul y blanco nos decimos a nosotros mismos y le decimos a los pueblos del mundo entero que así de intensa y pura queremos hacer la vida de nuestra Patria.
Recibamos con gozo y emoción las Banderas de Ceremonia de las Instituciones de nuestra ciudad.
BANDA: interpreta un himno acorde al ingreso de las Banderas.
Una vez ubicadas las Banderas en el lugar dispuesto para ellas, el celebrante saluda al pueblo.
CELEBRANTE:
En el nombre del Padre, + y del Hijo, y del Espíritu Santo. R/ Amén.
CELEBRANTE:
El Señor esté con ustedes. R/ Y con tu espíritu.
CELEBRANTE:
Queridos Hermanos: Que la paz de Cristo reine en sus corazones, esa paz ha la que hemos sido llamados porque formamos un solo cuerpo. Vivan en la acción de gracias. Todo lo que puedan decir o realizar, háganlo en el nombre el Señor Jesús, dando gracias por El a Dios Padre.
A Él sea la gloria, por los siglos de los siglos.
R/ Amén.
GUIA:
Con profundo respeto y amor a la Patria, con fuerza y convicción, entonemos las estrofas de nuestro Himno Nacional.
BANDA: interpreta los acordes del Himno Nacional. CORO: entona sus estrofas. Al término del canto del Himno Nacional.
GUIA:
Tomamos asiento para oír la proclamación de la Palabra de Dios.
…la oración debe ser la respuesta de nuestros labios y de nuestro corazón a la Palabra de Dios que está en la Biblia.
Por eso, ahora vamos a escuchar esa Palabra, que se dirige a nosotros para exhortarnos a vivir unidos fraternalmente, practicado la justicia y fomentando la paz.
LECTOR:
Lectura de la primer Carta del Apóstol San Pedro 3, 8-15
“Hermanos, vivan todos unidos, compartan las preocupaciones de los demás, ámense como hermanos, sean misericordiosos y humildes. No devuelvan mal por mal, ni injuria por injuria: al contrario, retribuyan con bendiciones, porque ustedes mismos están llamados a heredar una bendición. El que ama la vida y desea gozar de días felices, guarde su lengua del mal y sus labios de palabras mentirosas; apártese del mal y practique el bien; busque la paz y siga tras ella. Porque los ojos del Señor miran al justo y sus oídos están atentos a su plegaria, pero él rechaza a los que hacen el mal. ¿Quién puede hacerles daño si se dedican a practicar el bien? Dichosos ustedes, si tienen que sufrir por la justicia. No teman ni se inquieten; por el contrario, glorifiquen en sus corazones a Cristo, el Señor. Estén siempre dispuestos a defenderse delante de cualquiera que les pida razón de la esperanza que ustedes tienen”.
PALABRA DE DIOS.
El CELEBRANTE dice una breve homilía invitando a vivir los valores cristianos que edifican y engrandecen la Patria.
CORO: terminada la homilía entona el Salmo 138/137. Puede hacerse también recitado.
SALMO DE ACCIÓN DE GRACIAS
“Te doy gracias, Señor, por tu amor; no abandones la obra de tus manos”.
Te doy gracias, Señor, de todo corazón, te cantaré en presencia de los ángeles.
Me postraré ante tu santo Templo, y daré gracias a tu Nombre por tu amor y tu fidelidad, porque tu promesa ha superado tu renombre.
R/. Te doy gracias, Señor, por tu amor; no abandones la obra de tus manos
Me respondiste cada vez que te invoqué y aumentaste la fuerza de mi alma.
Que los reyes de la tierra te bendigan al oír las palabras de tu boca, y canten los designios del Señor, porque la gloria del Señor es grande.
R/. Te doy gracias, Señor, por tu amor; no abandones la obra de tus manos
El Señor está en las alturas, pero se fija en el humilde y reconoce al orgulloso desde lejos.
Si camino entre peligros, me conservas la vida, extiendes tu mano contra el furor de mi enemigo, y tu derecha me salva.
R/. Te doy gracias, Señor, por tu amor; no abandones la obra de tus manos
El Señor lo hará todo por mí. Tu amor es eterno, Señor, ¡no abandones la obra de tus manos!
R/. Te doy gracias, Señor, por tu amor; no abandones la obra de tus manos
GUIA: Nos ponemos de pie.
Expresemos nuestra alabanza gozosa y nuestra ferviente acción de gracias en el día de la Patria.
CELEBRANTE:
Queridos Hermanos: elevemos ahora nuestro corazón y nuestra voz, para bendecir al Padre de quien procede “todo lo que es bueno y todo lo que es perfecto”.
Expresemos nuestra alabanza gozosa y nuestra ferviente acción de gracias en el día del bicentenario de la Patria rezando juntos, con nuestros labios y de corazón:
Se proponen distintos modos de rezar el Himno de acción de gracias:
1. Rezado de modo antifonal entre en CELEBRANTE y el PUEBLO.
2. Un lector va rezando o cantando las estrofas, respondiendo el PUEBLO la antífona de modo cantado o rezado.
3. Un coro entona la totalidad del himno y el PUEBLO lo sigue interiormente.
TE DEUM CANTADO
TE ALABAMOS, DIOS: TE PROCLAMAMOS SEÑOR.
1. Eterno Padre, * toda la tierra te adora
2. Te cantan los Ángeles * y todas las potencias del cielo:
3. Santo, Santo, Santo, * el Señor del universo.
4. Los cielos y la tierra * están llenos de tu gloria.
TE ALABAMOS, DIOS: TE PROCLAMAMOS SEÑOR.
5. Te aclama el coro de los Apóstoles * y la blanca milicia de los Mártires.
6. Las voces de los profetas se unen en tu alabanza * la santa Iglesia proclama tu gloria.
7. Adora a tu único Hijo * y al Espírito Santo Paráclito.
TE ALABAMOS, DIOS: TE PROCLAMAMOS SEÑOR.
8. Rey de la gloria, Cristo, * Hijo eterno del Padre.
9. Tú naciste de la Virgen María * para salvación del hombre.
10. Vencedor de la muerte, * abriste a los creyentes el reino de los cielos.
TE ALABAMOS, DIOS: TE PROCLAMAMOS SEÑOR.
11. Tú estás sentado a la diestra de Dios, en la gloria del Padre, * vendrás a juzgar al mundo al final de los tiempos.
12. Socorre a tus hijos, Señor, * que redimiste con tu preciosa sangre.
13. Recíbenos en tu gloria, * en la asamblea de tus santos.
TE ALABAMOS, DIOS: TE PROCLAMAMOS SEÑOR.
14. Salva a tu pueblo, Señor, * guía y protege a tus hijos.
15. Cada día te bendecimos, * alabamos tu nombre por siempre.
16. Dígnate hoy, Señor, * defendernos del pecado.
17. Que esté siempre con nosotros tu misericordia, * como lo esperamos de Ti.
18. Ten piedad de nosotros, Señor, * ten piedad.
19. Tú eres nuestra esperanza, jamás seremos confundidos.
Para la otra forma ver apéndice 2
CELEBRANTE:
Hermanos, después de manifestar a Dios nuestra alabanza y acción de gracias, hagámosle una súplica filial, por medio de Jesús, nuestro hermano y Salvador.
GUIA:
A cada intención respondemos: TE LO PEDIMOS, SEÑOR.
· Por la santa Iglesia, que es el gran Pueblo de Dios, para que siempre refleje el amor de Cristo en medio de los pueblos de este mundo. Oremos.
· Por nuestra querida Patria Argentina, para que en este bicentenario reine en ella la prosperidad, el bienestar y la concordia. Oremos.
· Por nuestra Presidente, Cristina Fernández de Kirchner y todos los funcionarios de nivel nacional, que pongan sus capacidades para construir una Patria auténticamente una y federal. Oremos.
· Por nuestro Gobernador, Juan Schiaretti y todos los funcionarios provinciales, que promuevan con solicitud el desarrollo y la prosperidad de cada una de las localidades de nuestra provincia de Córdoba. Oremos.
· Por nuestro Intendente, Fabián Francioni y todos los funcionarios municipales, que en sus corazones y en sus actos esté siempre la preocupación y el desvelo por el crecimiento material y espiritual de nuestra comunidad. Oremos.
· Por las instituciones educativas, artísticas y deportivas, para que el amor de lo Eterno y la búsqueda del bien común impregne todos sus emprendimientos y labores. Oremos.
· Por las fuerzas de seguridad, para que con corazón generoso y con honestidad de vida defiendan y promuevan la paz en las comunidades; protegiéndolas de los corazones delincuentes. Oremos.
· Por los empresarios, comerciantes y productores rurales, para que gratifiquen a Dios en su crecimiento generando nuevas fuentes de trabajo y dignifiquen a sus trabajadores. Oremos.
· Por todos los argentinos, para que a partir de este bicentenario vivamos unidos por encima de las diferencias políticas, sociales, económicas, culturales y religiosas. Oremos.
· Para que este festejo de los 200 años de la Revolución de Mayo nos haga crecer en nuestro compromiso ciudadano. Oremos.
· Por las naciones de América y del Mundo entero, para que logren convivir pacíficamente en la libertad, la mutua cooperación y la justicia. Oremos.
· Por nuestras intenciones particulares. Oremos.
· Por todos los que dieron su vida para el surgimiento y engrandecimiento de nuestra Nación. Oremos.
CELEBRANTE:
Dios y Padre nuestro, te damos gracias por todos los beneficios con que has colmado a nuestra Patria a lo largo de estos 200 años de historia, y te pedimos que ella progrese y se engrandezca, para que pueda servir mejor a la comunidad de la naciones, y que nosotros la amemos de tal manera, que merezcamos pasar de este mundo a la Patria Celestial. Te lo pedimos por Cristo nuestro Señor.
R/ Amén.
CELEBRANTE:
Padre nuestro que estás en el cielo…
GUIA:
Recemos juntos la oración por la Patria:
Jesucristo, Señor de la historia, te necesitamos.
Nos sentimos heridos y agobiados.
Precisamos tu alivio y fortaleza.
Queremos ser nación,
una nación cuya identidad sea la pasión por la verdad
y el compromiso por el bien común.
Danos la valentía de la libertad de los hijos de Dios
para amar a todos sin excluir a nadie,
privilegiando a los pobres
y perdonando a los que nos ofenden,
aborreciendo el odio y construyendo la paz.
Concédenos la sabiduría del diálogo
y la alegría de la esperanza que no defrauda.
Tu nos convocas.
Aquí estamos, Señor,
cercanos a María
que desde Luján nos dice:
¡Argentina! ¡Canta y camina!
Jesucristo, Señor de la historia, te necesitamos.
Amén.
GUIA:
Hermanos, recibamos la bendición de Dios, que el celebrante impartirá sobre quienes estamos aquí congregados honrando este bicentenario de la Patria.
Bendición que descenderá también sobre nuestra ciudad y sus habitantes y sobre toda nuestra amada Nación.
A cada invocación respondamos Amén.
CELEBRANTE:
Que el Señor los bendiga y proteja.
Amén.
Haga brillar su rostro sobre ustedes y les muestre su gracia.
Amén.
Les descubra su rostro y les conceda su paz.
Amén.
Y que la bendición de Dios todopoderoso, del Padre, y del Hijo, + y del Espíritu Santo, descienda sobre ustedes y los acompañe en sus diarias tareas.
Amén.
CORO / BANDA: entonan el himno de la ciudad.
GUIA:
Concluimos esta Celebración de los 200 años de la Revolución de Mayo.
Volvemos a nuestra vida diaria con el corazón lleno de la bendición del Señor y con el firme propósito de dar lo mejor de nosotros mismos para la edificación del bien común en nuestra Patria Argentina.
Desde este bicentenario del grito revolucionario de mayo caminemos decididos al bicentenario de la proclamación de la independencia.
Que en 2016 podamos independizarnos de todo aquello que desde dentro o fuera nos ata y esclaviza.
Despidamos con emoción a las banderas de ceremonia.
BANDA: interpreta un himno acorde a la salida de las Banderas de ceremonia.
El CELEBRANTE acompaña a las autoridades hasta la puerta del Templo y las despide.
Se comparte un chocolate en el atrio de la Parroquia.
APENDICE 1
TE DEUM CANTADO
Canto de Entrada
Lleguemos hasta el Señor cantando himnos de gozo.
Aclamemos al Señor todos los hombres, sirvamos a Dios con alegría, cantando lleguemos hasta Él.
Lleguemos hasta el Señor cantando himnos de gozo.
El Señor es el único Dios. El nos hizo, a El pertenecemos, somos su pueblo, ovejas de su grey.
Lleguemos hasta el Señor cantando himnos de gozo.
Entremos a su Templo dando gracias, avancemos por sus atrios entre himnos, alabando y bendiciendo su Nombre.
Lleguemos hasta el Señor cantando himnos de gozo.
¡Sí, el Señor es bueno, sí, es eterno su amor, El es fiel por los siglos de los siglos!
Lleguemos hasta el Señor cantando himnos de gozo.
SALMO de ACCIÓN de GRACIAS
“Te doy gracias, Señor, por tu amor; no abandones la obra de tus manos”.
Te doy gracias, Señor, de todo corazón, te cantaré en presencia de los ángeles.
Me postraré ante tu santo Templo, y daré gracias a tu Nombre por tu amor y tu fidelidad, porque tu promesa ha superado tu renombre.
R/. Te doy gracias, Señor, por tu amor; no abandones la obra de tus manos
Me respondiste cada vez que te invoqué y aumentaste la fuerza de mi alma.
Que los reyes de la tierra te bendigan al oír las palabras de tu boca, y canten los designios del Señor, porque la gloria del Señor es grande.
R/. Te doy gracias, Señor, por tu amor; no abandones la obra de tus manos
El Señor está en las alturas, pero se fija en el humilde y reconoce al orgulloso desde lejos.
Si camino entre peligros, me conservas la vida, extiendes tu mano contra el furor de mi enemigo, y tu derecha me salva.
R/. Te doy gracias, Señor, por tu amor; no abandones la obra de tus manos
El Señor lo hará todo por mí. Tu amor es eterno, Señor, ¡no abandones la obra de tus manos!
R/. Te doy gracias, Señor, por tu amor; no abandones la obra de tus manos
TE DEUM CANTADO
TE ALABAMOS, DIOS: TE PROCLAMAMOS SEÑOR.
20. Eterno Padre, * toda la tierra te adora
21. Te cantan los Ángeles * y todas las potencias del cielo:
22. Santo, Santo, Santo, * el Señor del universo.
23. Los cielos y la tierra * están llenos de tu gloria.
TE ALABAMOS, DIOS: TE PROCLAMAMOS SEÑOR.
24. Te aclama el coro de los Apóstoles * y la blanca milicia de los Mártires.
25. Las voces de los profetas se unen en tu alabanza * la santa Iglesia proclama tu gloria.
26. Adora a tu único Hijo * y al Espírito Santo Paráclito.
TE ALABAMOS, DIOS: TE PROCLAMAMOS SEÑOR.
27. Rey de la gloria, Cristo, * Hijo eterno del Padre.
28. Tú naciste de la Virgen María * para salvación del hombre.
29. Vencedor de la muerte, * abriste a los creyentes el reino de los cielos.
TE ALABAMOS, DIOS: TE PROCLAMAMOS SEÑOR.
30. Tú estás sentado a la diestra de Dios, en la gloria del Padre, * vendrás a juzgar al mundo al final de los tiempos.
31. Socorre a tus hijos, Señor, * que redimiste con tu preciosa sangre.
32. Recíbenos en tu gloria, * en la asamblea de tus santos.
TE ALABAMOS, DIOS: TE PROCLAMAMOS SEÑOR.
33. Salva a tu pueblo, Señor, * guía y protege a tus hijos.
34. Cada día te bendecimos, * alabamos tu nombre por siempre.
35. Dígnate hoy, Señor, * defendernos del pecado.
36. Que esté siempre con nosotros tu misericordia, * como lo esperamos de Ti.
37. Ten piedad de nosotros, Señor, * ten piedad.
38. Tú eres nuestra esperanza, jamás seremos confundidos.
APENDICE 2
TE DEUM ANTIFONAL
Canto de Entrada
Lleguemos hasta el Señor cantando himnos de gozo.
Aclamemos al Señor todos los hombres, sirvamos a Dios con alegría, cantando lleguemos hasta Él.
Lleguemos hasta el Señor cantando himnos de gozo.
El Señor es el único Dios. El nos hizo, a El pertenecemos, somos su pueblo, ovejas de su grey.
Lleguemos hasta el Señor cantando himnos de gozo.
Entremos a su Templo dando gracias, avancemos por sus atrios entre himnos, alabando y bendiciendo su Nombre.
Lleguemos hasta el Señor cantando himnos de gozo.
¡Sí, el Señor es bueno, sí, es eterno su amor, El es fiel por los siglos de los siglos!
Lleguemos hasta el Señor cantando himnos de gozo.
SALMO de ACCIÓN de GRACIAS
“Te doy gracias, Señor, por tu amor; no abandones la obra de tus manos”.
Te doy gracias, Señor, de todo corazón, te cantaré en presencia de los ángeles.
Me postraré ante tu santo Templo, y daré gracias a tu Nombre por tu amor y tu fidelidad, porque tu promesa ha superado tu renombre.
R/. Te doy gracias, Señor, por tu amor; no abandones la obra de tus manos
Me respondiste cada vez que te invoqué y aumentaste la fuerza de mi alma.
Que los reyes de la tierra te bendigan al oír las palabras de tu boca, y canten los designios del Señor, porque la gloria del Señor es grande.
R/. Te doy gracias, Señor, por tu amor; no abandones la obra de tus manos
El Señor está en las alturas, pero se fija en el humilde y reconoce al orgulloso desde lejos.
Si camino entre peligros, me conservas la vida, extiendes tu mano contra el furor de mi enemigo, y tu derecha me salva.
R/. Te doy gracias, Señor, por tu amor; no abandones la obra de tus manos
El Señor lo hará todo por mí. Tu amor es eterno, Señor, ¡no abandones la obra de tus manos!
R/. Te doy gracias, Señor, por tu amor; no abandones la obra de tus manos
TE DEUM ANTIFONAL
CELEBRANTE: A Ti, Dios, te alabamos y confesamos que eres nuestro Señor.
PUEBLO: El mundo entero te venera, Padre Eterno.
CELEBRANTE: Los Ángeles, los Arcángeles y todos los coros celestiales te alaban sin cesar, diciendo:
PUEBLO: Santo, Santo, Santo, Señor Dios del universo. El cielo y la tierra están llenos de tu gloria.
CELEBRANTE: A Ti te alaba el conjunto glorioso de los Apóstoles.
PUEBLO: La muchedumbre admirable de los Profetas.
CELEBRANTE: El preclaro ejercito de los Mártires.
PUEBLO: Toda tu santa Iglesia a través del mundo entero te reconoce.
CELEBRANTE: Padre de incomparable grandeza.
PUEBLO: Hijo Único y Verdadero, digno de veneración
CELEBRANTE: Espíritu Santo Paráclito.
PUEBLO: Tú, Jesucristo, eres el Rey de la Gloria.
CELEBRANTE: Tú eres el Hijo eterno del Padre.
PUEBLO: Tú no te avergonzaste de haberte hecho hombre en el seno de una virgen, para salvar a los hombres.
CELEBRANTE: Tú abriste a los que creen el Reino de los Cielos, venciendo para siempre la muerte.
PUEBLO: Tú reinas junto a Dios en la gloria del Padre.
CELEBRANTE: Y nosotros creemos que vendrás un día para ser nuestro Juez.
PUEBLO: Por eso te pedimos que socorras a tus servidores redimidos con tu Sangre.
CELEBRANTE: Que podamos entrar en la gloria junto con tus Santos.
PUEBLO: Salva a tu Pueblo, Señor y bendice a tu familia.
CELEBRANTE: Gobierna a tus hijos y condúcelos a la eternidad.
PUEBLO: Diariamente, Señor, te bendecimos y alabamos tu Nombre, ahora y para siempre.
CELEBRANTE: Consérvanos, Señor, sin pecado en este día.
PUEBLO: Ten piedad, Señor, ten piedad de nosotros.
CELEBRANTE: Que se cumpla tu misericordia con nosotros, en la medida de nuestra esperanza. PUEBLO: En Ti, Señor, tengo puesta mi confianza y nunca seré defraudado.